El año del rey David – por Miguel Calzada


LETRAS QUE SUENAN

David Bowie-The rise and fall of Ziggy Stardust & the Spiders from Mars – Grabado en los Trident Studios (Londres), entre noviembre de 1971 y enero de 1972. Producido por David Bowie.

  1. Five years  –  2. Soul love 
  3. Moonage daydream 
  4. Starman –  5. It ain’t easy
  6. Lady Stardust –   7. Star 
  8. Hang on to yourself   
  9. Ziggy Stardust    10. Suffragette city    
 11. Rock and roll suicide  

 

Lou Reed-Transformer – Grabado en los Trident Studios (Londres) en agosto de 1972. Producido por David Bowie y Mick Ronson. 

   1. Vicious  –   2. Andy’s chest
   3. Perfect day
   4. Hangin’ round
   5. Walk on the wild side
   6. Make up –    7. Satellite of love
   8 . Wagon Wheel
   9. New York telephone conversation
   10.I’m so free –  11.  Goodnight ladies

 

EL AÑO DEL REY DAVID

(por Miguel Calzada)

 

El corazón de Joseph Romano palpitaba a 72 pulsaciones por minuto. Era un levantador de pesas habituado a cargar sobre sus espaldas más de 400 kilos. Era un judío de Libia que no hablaba hebreo. Lucía gruesas patillas y con sus compañeros del equipo olímpico usaba el inglés. Eran las cinco de la madrugada del 5 de septiembre de 1972 y el corazón de Joseph Romano palpitaba a 72 pulsaciones. Había ido a cenar y a emborracharse a un restaurante. Cuando llegó a la villa olímpica, los ocho terroristas de Septiembre Negro estaban entrando en el apartamento que compartía junto a otros 19 atletas israelíes. Romano, envalentonado por el alcohol y por los músculos de sus brazos, se lanzó sobre uno de los terroristas e intentó quitarle la metralleta. Pero el judío de Libia que podía levantar más de 400 kilos falló. Le pegaron un tiro en el pecho y su corazón dejó de palpitar para siempre.

-Quiero ser un ángel, quiero que me adoren, quiero ser una estrella del rock, lloriqueaba Lou.

-Grabaremos un disco que te cambiará la vida como tú me la cambiaste a mí, chico, le respondía el rey David.

-Quiero que tenga arreglos de cuerda.

-Y yo quiero que cantes como si estuvieras en Nueva York.

-Lo único que recuerdo de Nueva York es una noche en París.

-Lo sé.

El rey David había aterrizado en nuestro planeta en uno de los inviernos más fríos que se recuerdan. En Londres no había nieve, pero el frío estropeaba los amplificadores de los Trident Studios, en el Soho, donde los Beatles habían grabado Hey Jude. El rey David se manifestó a los creyentes a principios de ese verano, con un disco en el que se bautizaba como Ziggy Stardust. El Mesías se lo explicó claramente a su Juan Bautista particular: William Seward Burroughs, autor de Yonqui, Marica y El almuerzo desnudo:

-Mira William, quedan cinco años para el fin del mundo. Cinco años para que un agujero negro se abra sobre nuestras cabezas y deje paso al hombre de las estrellas. De eso va el disco. El hombre de las estrellas tendrá que matarme, pero nos salvará. Me matará a mí y nos salvará a todos. Soy un marciano, William, ¿no lo sabías?

 

Pero Burroughs lo sabía, claro que lo sabía. ¿Cómo no iba a saberlo? En 1951 estaba en México, en mitad de una fiesta desbocada, poseído por la flor del tequila, y había pedido a su mujer que se colocase un vaso de whisky sobre la cabeza para intentar acertarlo con la pistola. Dispararía desde lejos y, como Guillermo Tell, saldría triunfante. Pero un ángel siniestro sobrevoló la fiesta y Burroughs falló. Mató de un tiro en la cabeza a su propia mujer, ¿puedes creerlo?

-Eres un marciano, rey David, le dijo Will.

-Oh, sí que lo soy. Estuve en el mercado y los vi llorar. Y no tenía sitio en mi cabeza para todos. Me dolía la cabeza, Will, Bill, Old Bull Lee, como quiera que te llames, Seward, Alien, Exterminador de Cucarachas. Estuve en el mercado y el chico de los periódicos gritaba que nos quedaban cinco años. Cinco años, Bill. Y la vi en una heladería, ya sabes, bebiendo un batido. Estaba guapa y sorbía de la pajita sin saber que iba a estar en esta canciónContinue reading